Hezi. Nutrición y dietética en Bilbao, Bizkaia

ME DECIDÍ, Y ¡OS ENCONTRÉ!

La gente que no me ve hace tiempo me dice “¡Cómo has adelgazado!” Y muchas de ellas me dicen: “Porque te veo comer, que sino me preocuparía”. Incluso esto me lo han dicho mis amigas y mi respuesta es: “pero qué dirás, si como más que antes”. Al contestar esto me dicen “¿Sí?! Y yo “Pues claro”.

Es verdad, como más frecuentemente y mejor que antes. También bebo muchísima más agua que antes, cosa que no hacía muy a menudo. Antes creía que el deporte lo era todo, por eso comía lo que quería y luego me tiraba toda la semana haciendo ejercicio pero eso no producía ningún cambio. Cuando decidí hacer ejercicio sí que perdí bastante peso pero llega un momento en que tu cuerpo se acostumbra y necesitas incorporar cambios en tu alimentación.

El año pasado hice mucho ejercicio y seguía teniendo esa tripita (que no era normal para todo el deporte que hacía) y estaba muy cansada. El año pasado me cansaba constantemente y dormía bien pero aún así al final del día no podía con mi alma.

Es por ello que en verano le dije a mi madre “quiero ir a un nutricionista a que me enseñe a comer porque creo que algo hacemos mal”. Al principio todo fueron críticas: “pero si estás muy bien, no te hace falta ir a un nutricionista, mira todo el deporte que haces…” Yo seguía convencida, me decidí y ¡OS ENCONTRÉ!

Los cambios que he introducido en estos meses en la alimentación:

  1. Beber mucha más agua (2l al día y a veces un poco más) y en las comidas sólo 1 vaso. Casualidad no he vuelto a tener infecciones de orina
  2. Ahora desayunar es un placer. Cómo dice mi padre ¡pero si los desayunos que os montáis parecen de hotel!. Me habéis descubierto un mundo nuevo, no sé que he hecho toda mi vida sin ese pan con tomate y jamón natural o sin cereales
  3. Comer un hamaiketako sobre las 12 o así (un plátano) cosa que antes no hacía o si la hacía comía cualquier cosa (como después iba a hacer ejercicio…)
  4. Meter proteína en las comidas y comer en buena cantidad. Nunca nos quedamos con hambre
  5. Merendar, algo que no hacía desde que era muy pequeña. Ese Actimel y esa barrita me saben a gloria
  6. Y cenar como es debido

En definitiva, me he dado cuenta de que la alimentación es un 90% y el ejercicio el 10% restante. Con esto no quiero decir que vaya a dejar de hacer deporte pero ahora lo hago más conscientemente. Antes parecía una loca del deporte, ahora todo tiene su tiempo y lo disfruto más.

Otro cambio fundamental el cansancio. Me dicen hace un año que tengo que trabajar en tres sitios diferentes saliendo de casa a las 8 de la mañana y llegando a las 9 de la noche y les hubiese dicho que ni loca. Ahora mismo con toda la carga de trabajo que tengo, mas estudios, mas compaginarlo con el deporte y vida social ¡puedo con todo!. Hay días que me siento cansada pero es lo normal, antes estaba todo el día cansada.

Todo esto sin renunciar a alguna caña los fines de semana o algún dulce cuando el cuerpo me lo pide.

Mi cuerpo ha cambiado: la barriguita de la que hablaba antes ya no está y me noto los brazos más tonificados a pesar de que ya no hago tanta pesa como hacía el año pasado.

En resumen, mi alimentación, mi cuerpo y mis rutinas han cambiado pero para mucho mejor.

Oihane S (Bilbao)

Dietas, nutrición y comer sano

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