ETIQUETADO “RETÓRICO”… ¿SIGNO DE MAYOR CALIDAD?
El etiquetado es una de las herramientas más importantes para que la persona consumidora disponga de información valiosa de lo que realmente está comprando, por ejemplo datos de trazabilidad (de dónde procede el producto, qué numero de lote y tiempo de vida útil tiene), composición nutricional, modo de empleo, contenido neto, presencia de alérgenos o sus trazas…
Hoy queremos hacer hincapié en ese etiquetado, que habiendo cumplido el Reglamento UE nº 1169/2011, incluyen en esa información (sobre todo en el FRONTAL del producto y bien visibles, una serie de palabras o frases que suenan muy bien o que pueden resultar ambiguas y a tod@s nos gustaría ver en un producto procesado.
Algunos ejemplos:
En repostería y otros productos:
Bizcocho, pan de molde “CASERO/ARTESANO”: suena a haberlos hecho en casa, al estilo de las Amamas, cuando en realidad se utilizan aditivos mucho más allá de tan sólo utilizar materias primas frescas…
En Snacks (patatas fritas chips) se ha llegado a ver escrita la palabra “ARTESANCIS” con una c y una i que al leer la palabra en el frontal del producto creíamos leer “ARTESANAS”
En carnes de pollo, pavo, cerdo, ternera:
“PRODUCTO CÁRNICO” o “PREPARADO DE…” o “BURGUER MEAT” son productos que teniendo como base una carne fresca, incluyen otros productos como agua, sal y especias, féculas de patata, proteína de soja… con el fin de “rellenar” ese producto y abaratar su coste. Su valor nutricional se ve seriamente mermado, llegando en algunos casos a significar la carne menos de un 50% del total del producto. Cuidado porque a veces incluye la frase engañosa “con un 100% de carne de pavo” lo que quiere decir que en su elaboración el único animal del que se ha utilizado la carne es el pavo, pero eso no quiere decir que de 100 g de producto 100g se correspondan a carne de pavo sino más bien lo contrario (ej: 45% carne de pavo+ todo lo anterior mencionado)
En bebidas:
“NECTAR“ puede sugerirnos un producto selecto y delicioso (de los dioses) cuando tecnológicamente no es más que un concentrado de zumo de frutas al que se le añade agua azucarada para diluírlo. Fíjate en su precio si lo comparas con un brik de zumo exprimido, por ejemplo.
En productos frescos de la pesca:
“ELABORADOS” podría evocarnos que se tratan con mimo y se elaboran con cuidado y esmero, pero nada más lejos de la realidad, se trata de productos de la pesca que se tratan con agua y aditivos para aclarar su color o reblandecerlos (p. ej: anillas de calamar)
En lácteos, yogures:
“SABOR A FRUTA” con aroma y sabor sintéticos a fruta, pero ni con 1% de su zumo
Por lo tanto, como persona consumidora, aprende a cuidarte y defenderte! La mejor manera es leyendo el etiquetado nutricional de los productos y el listado de ingredientes y trazas.
Si tienes cualquier duda, consúltala con tu Dietista-Nutricionista.